Un trago, dos,
mis ojos pierden el punto de apoyo,
mi cabeza empieza a dar vueltas,
y tú no estás para sujetarla,
sólo yo y mi vaso,
en esta fría habitación,
con este frío cuerpo añorando tus labios,
y hace frío.
En mi copa he vaciado sentimientos,
me los beberé para emborracharme con ellos,
me los beberé para sacarlos de mi corazón,
diluirlos en alcohol y hielo,
mezclarlos con lágrimas tristes,
y beber, como si ya no estuvieras,
ya no estás.
Te creo ver entre mis recuerdos,
parece que aún estás por allí;
bebo;
parece que ahora te vas escapando,
te vas haciendo cada vez más translúcida,
como el cristal de mi vaso;
bebo;
respiro;
lloro;
y ya desapareciste de mi mente,
jamás volveré a pensar en tí.
Expiro como últimas palabras estos versos de borracho,
esta historia alcohólica que yacerá en el fondo de algún alma,
rezo, tiemblo;
Miro el bote de calmantes sobre la mesa,
antes de caer observo la botella vacía,
cierro los ojos,
y hoy, más que nunca, eres translúcida,
como un ángel, ya te no recuerdo,
ya no vivo más.
D.B.
Versos de borracho e historia alcohólica
sábado, 22 de enero de 2011
Publicado por David Bayona en 14:08 0 comentarios
Etiquetas: poesía
Doce versos peregrinos
miércoles, 19 de enero de 2011
Camino entre silencios rotos,
soñando con un futuro ambicioso,
tocando el cielo para luego sonreír,
mirando el sol y saludándolo alegremente.
Camino entre tristezas rotas,
soñando con el firmamento límpido,
tocando estrellas fugaces para luego volar,
mirando cometas y montando en ellos para llegar lejos.
Camino entre imposibles rotos,
soñando con un mañana imparable,
tocando días y segundos que me lleven a ganar,
mirando esta batalla que hoy más que nunca hay que librar.
Publicado por David Bayona en 12:43 0 comentarios
Etiquetas: poesía
Historia de una sociedad: de CNN+ a GH24h
sábado, 15 de enero de 2011
Publicado por David Bayona en 15:49 4 comentarios
Etiquetas: Actualidad, opinión
Paraíso Perdido
viernes, 14 de enero de 2011
Se enciende el tiempo entre las sábanas,
se quema el momento entre los enredos,
arde la esperanza entre los lamentos,
brilla el aire entre los silencios,
y se apaga el recuerdo entre los estruendos.
Sonríes frente al espejo recordando cada minuto,
te sientes estúpido, ajeno a todo aquello,
buscas la razón, buscas en tu corazón,
y ya no sabes qué sentir, no sabes dónde estás,
no sabes si fallaste, erraste, te equivocaste.
Tarde, sientes que es tarde para actuar,
que ya nada podrá ser como esperabas,
que los años pasan y la desesperanza te alcanza,
que te estancas entre esas sábanas que antes se encendían,
y lloras, entre la pared y la cama,
lloras como si no existiera mañana,
si fueras un simple espíritu sin sueños.
Devenir, gran secreto oculto entre libros,
te preguntas acerca de tus próximos pasos,
navegas entre ríos de desconcierto,
te encierras entre las cuatro paredes,
las cuatro paredes del miedo.
el silencio,
la desconfianza,
la desazón.
Y lloras, entre la pared y la cama,
como si no existiera mañana.
D.B.
Publicado por David Bayona en 0:13 1 comentarios