La libertad de los enmascarados

martes, 26 de enero de 2010

Bonita palabra libertad, incluso se podría decir que está de moda. ¿Quién no refuerza sus argumentos en debates con esta maravillosa palabra que igual sirve para un roto que para un descosido? Al fin y al cabo, ¿Alguien quierer no disponer de autonomía y yacer preso? Deberíamos parar a reflexionar acerca del tratamiento que le estamos dando a esta palabra que tantas bocas llena con pretextos de igualdad y respeto.

Hoy mismo, al encender el televisor, la palabra libertad ha sido la primera que he oído. Libertad piden los musulmanes en Francia, ya que ven amenazado el uso del burka en los espacios públicos. Ellos, junto con sus partidarios, tachan esta prohibición de xenófoba, racista e intolerante, como en un primer momento puede llegar a pensar la opinión pública. Pero si nos adentramos en la polémica, quizás nuestra opinión cambie por completo. No es que el gobierno quiera vetar de ciertas "libertades" (como así llaman al uso del burka, esta prenda que cubre el rostro y cuerpo de la mujer por completo) a la comunidad islámica, creo que es cierta la afirmación del gobierno francés que el uso del burka va contra el espíritu de la república francesa. Un espíritu laico, de libertad de religión, pero la cual se debe desarrollar en el ámbito privado de cada persona, más aun siendo un elemento denigrante y sometedor de la mujer, cuya vida depende únicamente de la supremacía del varón. ¿Es esta la llamada libertad que se está dañando con esta ley?


Mi postura es clara: la mujer es libre, no está sometida a tapar su cuerpo, a enmascarar su rostro, es libre, y libre en todo el sentido de la palabra, no en ese sentido de libertad que parece hoy tan progre y moderno. Por ello, al menos en los espacios públicos, la mujer debe aparecer sin ningún tipo de velo, sólo tal y como es, tal y como los hombres pasean por la calle sin ningún problema, las mujeres deben poder hacerlo.

Por ello, y para acabar, dejaré tan sólo una pregunta en el aire: ¿Es la libertad seguir manteniendo leyes religiosas que nos impiden llevar a cabo el comienzo de una mayor igualdad? ¿Es la libertad tener que esconder el rostro? Maravillosa palabra como decía, la libertad, que nos permite engañar la primera opinión y de la que tanto hacen uso las plagas inexterminables de demagogos.

Pasos

sábado, 16 de enero de 2010

Cada recobeco de tu cuerpo inspira un verso baldío sin camino, cada curva de tu laberinto sumerge pensamientos en espiral, cada comisura de tus labios excita cada poro de mi piel, y cada paso que doy, cada paso que me aleja más de ti, me hace sentir huérfano de mis sentimientos, carente de todo, poseedor infinito de la nada vagando entre libros rotos, caricias muertas en las cunetas, palabras arrancadas al corazón que ya no vienen más entre mis ropas viejas.

D.B.

Oda a Luz al atardecer.

jueves, 14 de enero de 2010

Te siento entre mis sábanas al atardecer, te gustaba desnudarte para mi, y me gusta cuando recibo de ti esa mirada cómplice que deja entrever que te quiero, que me quieres, y esto es mucho más grande que nosotros dos, que el infinito de nuestras miradas y que el univerno, vacío, lejano, ininteligible, desentrañable, inexplugnable y reflexivo, como tu sabor de miel cada amanecer, como tus oyuelos cargados de ternura que hacen que se me erice la piel mientras un suspiro tierno recorre mi cuerpo, desde los pies, hasta la nariz, y recuerdo que preguntabas "¿por qué llueve?" Y recuerdo que yo te contestaba "el cielo llora porque nunca podrá ser tan bello como tú", y cuán bello debería ser para asemejarse tan sólo en un pestañeo a ti. Me gustaba la magia de tu alrededor cuando los gnomos se escondían entre tus colinas y las hadas volaban entre tus sombras, escondidas esperando a que tu belleza no les cohibiera. Eres la luz, eres mi luz.

Llueve.

sábado, 9 de enero de 2010

LLueve,
me mojo,
olvidé el paraguas,
hace frío,
el viento es gélido,
tengo las manos congeladas,
pienso en ti,
y siento calor.

Llego a casa,
fuera ropa mojada,
me acomodo,
me tumbo en el sofá,
tengo frío,
la venta abierta,
la habitación mojada
y una nota en el suelo,
mojada.

La tinta corrida,
el papel blando,
mas lo entiendo,
sólo pusiste:
"te quiero",
y siento calor de nuevo,
como cada día
que paso a tu lado,
como cada día,
que llueve
en nuestra ventana.

D.B.C.

DesCUBRIR.

domingo, 3 de enero de 2010

Ropas rotas entre amor y pasión,
corazones que se entrelazan entre sombras de miedo y sinsentido,
fuego lento que empapa cada gota de mi espíritu descosido,
agua que brolla sin mesura de mis tristes pupilas rotas,
edor fulgurante que escapa a cualquier olfato mundano,
tierras pantanosas que atraen a tristes soñadores esporádicos,
y sexo, de ese que une cuerpos, de ese que los separa.

Tus manos, siento tu calor,
tu tacto sobre mi piel abrasa cada recodo de mi ser,
tus dedos exploran infinitos deseos amarrados contra el viento,
y mi ley, hoy hecha tu ley, destroza a su paso íntimos secretos de alcoba.

Sed de sombras que satisfagan mis más profundas ansias de amar,
locura de amar sin ser amado, de soñar sin ser soñado,
fantasmas que huyen de cadenas atronadoras,
ojos que cierran sus ventanas al pánico de la noche,
eso soy yo,
en eso se alimenta mi alma,
de eso vive mi cuerpo,
contra eso lucha mi ser
y para eso,
vivo.


D.B.