Permíteme hoy no escribir nada acerca de tus besos;
no nombrar tus rosadas mejillas por el frío;
no hablar de tus ojos azules como el cielo;
no respirar de tus recuerdos congelados como el río;
tan sólo quiero deleitarme contemplando,
a través de esta distorsionada ventana,
las hayas susurrando extrañas letanías
que tan sólo llevan un mensaje:
te quiero.
Antología de una triste navidad (V)
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario