Un triste silencio dejaste entre mis labios,
una lágrima baldía resbaló por mi garganta,
un te quiero mudo se deslizó entre mis secretos,
y una vida queda, gris y sola naufraga entre sueños.
Relojes
lunes, 22 de noviembre de 2010
Publicado por
David Bayona
en
23:11
0
comentarios
Suscribirse a:
Entradas (Atom)