Camino a casa.

domingo, 20 de enero de 2013

Después de la tristeza, levantar la mirada,
aún ves borroso, aún arden los ojos,
aún duelen los errores,
pero levantas la mirada, eso es lo importante,
y ves que no estás sólo;
y ves que has cambiado,
y ves que hay caminos que explorar.

Secas la penúltima lágrima antes de levantarte,
apoyas en el suelo las manos para impulsarte,
ya no estás abatido en el suelo,
ahora puedes caminar,
ahora puedes saltar de baldosa en baldosa,
puedes sentir el viendo de una vida nueva.

Dejas que la felicidad te invada,
miminizar la tristeza es posible,
hacer que lo malo sea pequeño, minúsculo,
arrugarlo como una bola de papel,
lanzarlo lejos y respirar el nuevo aire,
limpio, transparente, azul.

Empiezas a correr mientras suena tu canción,
ya no es nuestra, pero no me voy a detener,
ya no es nuestra, y la seguiré escuchando,
pero cada punzada duele un poco menos,
cada recuerdo arde un poco menos,
cada grito de rabia se ahoga más rápido.

Ya nada podrá pararte,
recordar instantes te ralentiza,
pero ya no te detiene, ya te levantaste;
sabes que quizás nunca llegarás a secar la última lágrima,
pero dolería más saber que el dolor ha acabado,
que seguir visitándolo de vez en cuando,
ahora has vuelto a casa.

D.B.

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