El fin del mundo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

De un modo u otro, todo ha terminado,
de un modo u otro, hace meses que mi mundo acabó,
porque no he vuelto a ser el mismo, nunca lo seré;
porque el tiempo sin estar a tu lado no es vida sino fin,
porque duelen los errores, duele esta piel,
y nada quiero más que acabar una evolución, un cambio.

Silencio. Es la hora del fin, cada día siempre a la misma hora llega el fin;
la noche no es más que vacío, oscuridad,
por la mañana no sale el sol sin tus buenos días,
sin tu voz, sin tu sonrisa,
y por la noche es imposible dormir sin un "que sueñes con los angelitos",
aunque siga soñado contigo.

"Il y a de jours comme ça, où rien ne va",
la música retumba en mi cabeza mientras el fin vuelve a empezar,
y una lágrima, seca y triste, desciende el cielo,
se enreda con la añoranza y la melancolía,
y vuelve a ser polvo, vuelve a ser viento.

El fin no es más que estar sin ti,
el fin es no verte más,
el fin es no rozar más tu mano,
el fin es hoy,
el fin será mañana,
el fin será siempre, te quiero.

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