Cada sueño difuminado en el espacio,
asciende, vuela, lo respiro;
roto en medio del silencio,
lejano como el horizonte tardío,
o como el nombre que guardo entre mis manos.
Abrazo cada palabra al irse
uno cada te quiero con un sentimiento triste,
nada puede hacerte estar aquí ahora,
que cojas mi mano y volemos,
un minuto, horas, vidas;
el infinito, regalártelo.
Hoy sólo quiero quererte,
aunque este sentimiento no encuentre lugar
y mi sangre deje de correr,
a la deriva, entre sollozos.
Un te quiero, un lo siento,
nada más entre el silencio.
Huir sin ti es caer por el precipicio,
Umbral triste entre la niebla,
Rozar el cielo sin ti es bajar al infierno,
A cada paso, a cada silencio,
Cofre enterrado que esconde mensajes,
Ánfora repleta de palabras, nombres;
Nada, silencio.
D.B.
Sólo quiero quererte
lunes, 5 de noviembre de 2012
Publicado por David Bayona en 13:03
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