Cada golpe, cada paso, más oscuro al anterior.
Cada lágrima sigue doliendo, sigue ardiendo,
y el sentimiento de culpa invade el espacio,
se expande como el más letal de los gases,
y lo respirar a bocanadas, mientras te ahogas en la cama,
pidiendo auxilio, mas nadie te escucha.
Oyes cerca el fin, puedes ver una luz al final del último llanto,
distingues formas, colores, pero se destiñen, se vuelven grises,
las lágrimas empañan tus ojos, y el miedo tu corazón;
opaco, como el cristal empapado por la lluvia,
opaco como la visión de mí mismo;
oscuro.
Y entre la destrucción y el llanto, quedan los escombros,
los cimientos rotos tras un terremoto feroz,
todo vuelve a temblar, quizás por última vez,
tú mismo tiemblas, más que nunca,
el temblor recorre todo el cuerpo,
escapa por la boca y lo vuelves a respirar.
Y de repente...
Silencio. Está volviendo a ocurrir. Te vuelves a descomponer y vuelves a necesitar la brújula. Los polos se han desimantado y todo gira, todo da vueltas.
Silencio. El cielo está volviendo a caer. Te cobijas en un portal y esperas a que todo pase, no quieres que un pedazo de cielo acabe contigo de nuevo.
Silencio. Te has perdido, pero te vuelves a encontrar en la magnificencia de la oscuridad más densa. Respirar y lloras frente a la pared.
Silencio. Te he vuelto a ver y el silencio me ha envuelto. Las palabras se atascaban y vuelvo a irme a casa con el silencio, juntos. A casa o a algún lugar que no conoces, con la luz...
Silencio. Silencio, por favor...
D.B.
Crónica de un fin.
sábado, 27 de octubre de 2012
Publicado por David Bayona en 13:15 0 comentarios
Gris.
martes, 23 de octubre de 2012
Quizás entre las sombras de la noche pude distinguir un cuerpo,
una sombra erguida, silenciosa, misteriosa,
alejándose lenta, de pronto corriendo, de pronto desapareciendo,
como un sueño, que se escapa, que no te pertenece:
eras tú.
Te fuiste, desperté y te fuiste, y grité,
el más triste llanto empezó a vivir en mí,
las calles se tiñeron de gris,
la gente se tiñó de gris,
el gris de las nubes se tiñó de gris oscuro,
y el silencio, gris, se expandió en esta habitación.
Entre grises vivo ahora,
mas ya no veo sombras oscuras,
ya no te irás al despertar,
porque no estás, porque volaste,
porque te hice volar,
porque te perdí;
como perderé al gris, rompiendo el silencio con el llanto.
D.B.
Publicado por David Bayona en 23:29 0 comentarios
Hacerse mayor...
lunes, 15 de octubre de 2012
Publicado por David Bayona en 0:02 0 comentarios
Niebla.
lunes, 8 de octubre de 2012
Corro por el bosque, hace frío,
Publicado por David Bayona en 11:43 0 comentarios
Autodependencia
Dejo hoy un cuento de Jorge Bucay cuyos libros me ayudan tanto estos días. Quizás sea una de las personas que más admiro y a la que más le tengo que agradecer, porque muchas veces ha secado mis lágrimas y me ayuda a conocerme cada día un poco más, cambiando cosas, cerrando puertas porque hace frío...
Publicado por David Bayona en 11:14 0 comentarios