En un día has sentido más dolor del que tu cuerpo puede soportar, y estas en la cama esperando una súplica, algo que ya pediste anoche y algo que esperas cercano, un final al dolor, poner fin a todo este desafío interior que te mata.
Solo en un día, él se ha ido, y todo por tu culpa, y aunque llores sabes que es tu culpa, que te lo has ganado, que has decepcionado tremendamente y que jamás volverás a respirar del mismo modo sin él, porque él era tu aire.
Ahora ella también parece que se va, poco a poco, y con ella los recuerdos de tu infancia, cuando aun no eras un monstruo.
Si ellos se van, por qué yo no?
Tormenta, huracán y destrucción
martes, 3 de mayo de 2011
Publicado por David Bayona en 0:18
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario